domingo, 26 de enero de 2014

Tratamiento de la tuberculosis

Terapia psicosocial:

El aspecto más importante para evitar el incumplimiento y el  abandono de la terapia es el conocimiento y la motivación que con respecto a la enfermedad tengan el paciente, su familia, la comunidad en general y, aún más, el  mismo personal de salud. Una vez diagnosticada la tuberculosis, la manera en que se le
dé la primera información al paciente acerca de su enfermedad y tratamiento es trascendental en su aceptación y su disponibilidad de colaboración con la terapia. La capacidad del personal de salud de captar el estado anímico de su paciente y aprender a motivarlo, es una acción básica y compleja que debe ser individualizada. La mayoría de las deserciones ocurre en los dos primeros meses. 

Terapia farmacológica

Este está enfocado a realizar tratamiento de la infección, que está encaminado a reducir al mínimo el riesgo de conversión de infección tuberculosa a enfermedad activa; esto se realiza con la administración de antibióticos vía oral o intravenosa que combaten la bacteria.

Tratamiento de la enfermedad activa. (tuberculosis pulmonar activa)

Con los esquemas de terapia actualmente disponibles se obtienen tasas de curación superiores al 95% con tasas de recaída a dos años inferiores al 5%.

Lineamientos generales de la terapia farmacológica para la TB pulmonar: 
- Se requieren 3 o más fármacos de primera línea a los cuales el M. tuberculosis sea sensible o se sospeche que sea sensible. 
- La duración mínima de la terapia es de 6 meses y se debe asegurar que el 
paciente reciba al menos el 80% de las dosis. En la segunda fase se recomienda 
suministrar los fármacos tres veces por semana por 4 meses (18 semanas). 
- La supervisión es necesaria y la administración de los medicamentos debería ser 
directamente observada.
- En casos de fracaso o mala respuesta, los nuevos esquemas deben tener un 
mínimo de 3 fármacos nuevos. 

Lista de medicamentos actuales 

Guías de diagnóstico, tratamiento y prevención de la tuberculosis HOSPITAL MUÑIZ - INSTITUTO VACCAREZZA

 La mayoría de los programas de tuberculosis emplea cinco fármacos básicos: isoniazida 
(H), rifampicina (R), pirazinamida (Z), etambutol (E) y estreptomicina (S) (4).

El régimen terapéutico consta de 2 partes:

1. Fase inicial, extensiva o esterilizarte: se administran medicamentos de forma diaria.
2. Fase de consolidación: en esta segunda fase los medicamentos se podrán administrar tanto en forma diaria como trisemanal (3).

Formas de supervisión del tratamiento:


1. Tratamiento directamente observado o supervisado: en este caso el paciente toma los 
medicamentos bajo la observación de otra persona que lo supervisa, ya sea en el centro de 
salud al que concurre en forma diaria para ingerir las drogas frente al personal sanitario, o en 
su domicilio o su trabajo.

2. El paciente toma los medicamentos sin supervisión y es completamente responsable de su correcta ingestión (3).

Los requerimientos para un tratamiento exitoso son:

• Prescripción de medicamentos adecuados.
• Regularidad en la toma de los medicamentos.
• Administración supervisada.

El esquema de tratamiento específico a utilizar, así como la frecuencia de su toma y la 
duración del tratamiento, dependerá de las características del caso.

Los casos de tuberculosis se clasifican en cuatro categorías, de acuerdo a 
• La localización de la enfermedad.
• La gravedad de la enfermedad.
• La bacteriología (resultado de la baciloscopía de esputo).
• Los antecedentes de tratamiento previo contra la tuberculosis (2).

Efectos adversos a la medicación antituberculosa

La mayoría de los pacientes con tuberculosis completa su tratamiento sin presentar ningún efecto secundario significativo a los medicamentos; sin embargo se puede presentar neuropatia periférica, vértigo, episodio isquemico.

Casos especiales :

el tratamiento es ambulatorio excepto en los casos de:

- Tuberculosis grave que requiere cuidados especiales y vigilancia estricta.
- Tuberculosis complicadas con otras enfermedades.
- Necesidad de tratamiento quirúrgico complementario.
- Situaciones sociales que impidan el tratamiento ambulatorio.

Casos especiales de tratamiento:

- Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). la R esta contraindicada en simultaneo con los anti-retrovirales que se administran para el tratamiento de VIH

- Embarazo y lactancia. Está contraindicado el uso de S. Por información insuficiente no 
se recomienda el uso de Z. Por lo demás los esquemas pueden mantenerse igual. Se 
recomienda utilizar siempre piridoxina en dosis alta debido al mayor riesgo de neuropatía 
periférica.
La R interactúa con los anticonceptivos orales por lo cual a toda mujer con TB en 
tratamiento y que planifique con anticonceptivos orales se le deben ajustar las dosis de 
estos medicamentos. 

- Insuficiencia renal crónica. La H, R, Z se excretan todas por vía biliar, por lo cual pueden 
administrarse en dosis normales a pacientes con falla renal. Estos pacientes deben recibir 
pirodoxina si se usan esquemas con H para prevenir la neuropatía. Los aminoglucósidos 
deben evitarse. . 

- Hepatitis. Las drogas más importantes de la terapia anti TB son hepatotóxicas. La 
probabilidad de hepatitis es menor al 1%, por lo cual la medición bioquímica de la función 
hepática al inicio y durante el seguimiento de la terapia no se necesita rutinariamente(1).





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